Usan a los muertos en aras de la ciencia

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Written by Javier Olmos on Monday, 29 October 2012 17:16

Share Los "Olvidados" del anfiteatro son los cuerpos de personas que no han sido reclamados y que son utilizados por estudiantes para el aprendizaje en las diferentes carreras de medicina, convirtiéndose de esta manera en una historia viva este Día de Muertos. Son seis los cuerpos los que existen en la morgue de la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua, a los que se les ha practicado nuevos métodos de conservación para que sirvan como material de estudio hasta por una década. Es por ello que este 2 de noviembre Guadalupe salto López, quien lleva 5 años trabajando con los cuerpos en el anfiteatro realiza un homenaje en memoria de aquellas personas que donan sus cuerpos en aras de la ciencia. Las nuevas técnicas de conservación de cadáveres que se realizan en la Facultad de Medicina, han permitido el estudio científico de ciertos padecimientos que afectan al ser humano hasta por una década, refiere el señor Guadalupe Salto López, Encargado del Anfiteatro de la unidad académica. Ante la celebración del tradicional "Día de Muertos" afortunadamente para muchos chihuahuenses tienen el privilegio de poder recordar y acompañar a sus seres queridos en las tumbas donde hoy descansan en paz; sin embargo para muchos otros la situación es diferente, ya que nunca pudieron localizar a sus difuntos, aquellos cuerpos sin vida que hoy permanecen en las instalaciones de una Morgue, en donde sus recuerdos yacen congelados por el olvido. Por lo que durante este 2 de Noviembre se brinda un reconocimiento y homenaje a todos aquellos "Olvidados", como los seis cuerpos sin vida que existen en la Morgue de la Facultad de Medicina de la UACH, los cuales son de suma importancia para la ciencia. Al realizar un breve recorrido por las instalaciones del Anfiteatro de dicha institución, se puede observar una placa en su interior, en honor de aquellas personas que perdieron la vida en diferentes circunstancias y por aras del destino nunca fueron reclamados por nadie "Al cadáver desconocido el grupo "B" de Anatomía dedica esta placa a los cadáveres no reclamados, sin los cuales sería imposible la enseñanza de la Anatomía; sea pues una humilde muestra de respeto, admiración y gratitud a todos estos seres que aun después de la muerte han seguido sirviendo con su cuerpo a la enseñanza...y el cadáver el verdadero maestro, el más fiel y completo de los textos en nuestra clase...Dr. Berumen Generación 1972-1973 ". Recordemos que la Morgue es un depósito de cadáveres, mientras tanto el anfiteatro es únicamente una sala de estudio, conformada por ocho mesas en la que se colocan los cadáveres y alrededor de ellas en la parte de arriba se encuentran distribuidas de manera estratégica un total de 120 asientos, para que los asistentes puedan observar de manera directa o en las monitores digitales los procedimientos, análisis o presentaciones médicas (exclusivamente para los estudiantes registrados en una carrera a fin al área de la salud, como Medicina , Odontología, Enfermería o inclusive Psicología). De acuerdo a los registros de la institución educativa de manera comparativa con el 2011, la recepción de cadáveres disminuyó considerablemente durante el presente año; ya que en promedio llegaban dos o tres cuerpos cada seis meses o inclusive por año; mismos que siempre tienen que seguir por todo un procedimiento de registro y verificación, con la finalidad de poder verificar datos, como el sexo, nombre, entre otros más (tras permanecer tres meses para su posible identificación en unos congeladores del Servicio Médico Forense, en el C4). Anteriormente los cuerpos sin reclamar se llevaban a la fosa común, pero desde hace algunos años se determinó por parte de la autoridad en turno, el darles un destino diferente, como el de contribuir en la investigación científica a profundidad, en la que participan los estudiantes universitarios. Con el ingreso de los cuerpos sin autopsia se procede a realizar un procedimiento químico, denominado plastificación, el cual permite un incremento del periodo de conservación hasta por diez años (aplicando en las venas Formol, Ácido Fénico, Alcohol, Agua y Glicerina, compuesto que se distribuye rápidamente por todo el torrente sanguíneo) en comparación a los procedimientos en que los cuerpos se colocaban en unas pilas en las que contenían algunos agentes químicos. Por su parte el señor Guadalupe Salto López a sus 48 años de edad y con una experiencia de cinco años en el cuidado de los muertos en la unidad académica, nos comparte su experiencia de lo que significa trabajar con los "Muertos Olvidados" o los "Olvidados", como muchos los conocen; todas aquellas personas que perdieron la vida en circunstancias diferentes, que por aras del destino no fueron reclamados por ninguna persona y que hoy simplemente nos cuentan su historia y de una manera implícita brindan un servicio a la ciencia. Es importante destacar que a pesar de tener solamente estudios del nivel medio básico, Salto López, ha mostrado un interés nato por documentarse sobre la rama de la Medicina (como las piezas que conforman la anatomía del cuerpo humano y su funcionamiento) y al tener una oportunidad aprende de los libros de Anatomía o asiste a pláticas de diferentes temas, a las cuales lo invitan los docentes de la institución. "La experiencia la fui adquiriendo sobre la marcha, leyendo libros de anatomía, observando documentales en el internet (sobre algunas técnicas de conservación de cuerpos, órganos o los huesos, como la maceración la cual consiste en hervir a 60 grados positivos, se les añade cal y posteriormente se limpian minuciosamente) y debo reconocer que al principio me fue un poco difícil observar a los muertitos, sin embargo a estas alturas ya me acostumbre a manejar cadáveres, sobre todo al considerar que de cierta manera fue normal el sentir temor", expresa Salto López. Por lo que ahora su percepción de la muerte ha cambiado mucho, ya que se ha dado cuenta de que los humanos están más cerca de ella de lo que pensaban, sobre todo al enfrentar situaciones como el estar la mayor parte del tiempo a solas con los muertos, exceptuando las ocasiones en que los muchachos acuden a este sitio para realizar sus prácticas. "Nadie quiere donar su cuerpo a la Ciencia Médica, por lo que siempre les digo a mis hijos que de nada va a servir mi cuerpo en el panteón, pudiendo ser utilizado por la ciencia; ya que debemos de pensar en él como un libro, que al abrirlo los estudiantes pueden aprender mucho de la dimensión de los órganos, su funcionamiento, posibles afecciones o enfermedades y desde luego algunas curas, por lo que mi tarea es cuidar a cada uno de los cuerpos", agrega el entrevistado. En este caso los alumnos de nuevo ingreso o inclusive los que están aún indecisos por estudiar o no la carrera de Medicina, tienen que acudir a las instalaciones del anfiteatro para observar de manera directa a los cadáveres y al soportar dicha prueba, definitivamente se puede concluir que son aptos para estudiar una carrera que es considerada como una de las más bonitas y nobles, al tener la facultad de salvar vidas. ."No es nada más el ingresar a la institución, sino el tener la voluntad y vocación de estudiarla, por lo que siempre los alumnos cuentan con una ayuda profesional de psicólogos que les permite comprender las experiencias a las que se tienen que enfrentar a lo largo de su carrea; además de generar todo este aprendizaje estudiantes con una mayor nobleza, con una percepción y comportamiento diferente, más humanitario hacia la vida", agrega el entrevistado. Por lo anterior el señor Salto López, siempre les pide a los muchachos mucho respeto hacia los muertos, sobre todo el dejar a un lado posibles bromas sobre su condición; ya que siguen siendo personas, que por alguna circunstancia no pudieron regresar a sus lugares de origen, cerca de sus familias que tal vez siguen esperando su llegada; por su tarea es fundamental para el cuidado y preservación de todos aquellos "Olvidados" y que hoy podrán ser recordados.