viernes, 6 de abril de 2012

Origen y significado del Vía Crucis PDF Print E-mail
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Written by Redaccion on Friday, 06 April 2012 14:34   
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A lo largo de los siglos, y siguiendo el tradicional ejemplo de la Santísima Virgen María, los peregrinos a Jerusalén han seguido las huellas de Jesús desde el Pretorio hasta el Calvario (lo que en el s. XII llamaban "Vía Sacra").
En 1342 los Franciscanos se convirtieron en los custodios de la Tierra Santa y por eso se piensa que las Estaciones de la Cruz se debe a ellos. En el s. XV se empezaron a erigir Estaciones de la Cruz en Europa para los que no podían viajar a Tierra Santa.
En el s. XVII, el franciscano S. Leonardo de Puerto Mauricio propagó la devoción del Vía Crucis por toda Italia, erigiendo las Estaciones en cientos de iglesias. Gracias a este santo se comenzó a rezar el Vía Crucis en el Coliseo de Roma el Viernes Santo, que suele presidir el Papa. Diría el santo: "Me queda la satisfacción de que el Coliseo haya dejado de ser simplemente un sitio de distracción, para convertirse en un lugar donde se reza". En el S. XVIII, unos santos que también propagaron la devoción fueron S. Alfonso María de Ligorio y S. Pablo de la Cruz.
En 1837 la Sagrada Congregación para las Indulgencias declaró que era más apropiado que las estaciones comenzaran desde el lado de la iglesia en que se proclama el Evangelio.
En 1686 el Papa Inocente XI concedió a los franciscanos erigir Estaciones en sus iglesias para ganar las mismas indulgencias que en Tierra Santa. En 1731 se fijó que las Estaciones fueran 14 y que se pudieran erigir en todas las iglesias por un padre franciscano con la sanción del Obispo local. En 1862 se concedió permiso a todos los obispos para erigir las Estaciones en su diócesis.
Las representaciones del Vía crucis se multiplican en la vía pública en México y otros países como parte de sus costumbres.

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